El crowdfunding surge como alternativa a mecanismos de financiamiento tradicionales; hacer frente a necesidades de financiamiento con éste método es menos riesgoso, pues los inversores son más y las inversiones menores; con esto también se obtiene una mayor rentabilidad.
Es un sistema de financiación alternativo para la consecución de un objetivo a través de aportaciones individuales que puede ser bien a través de recompensas, donaciones, participación en las empresas o préstamos o mediante formas de financiación tradicionales dirigidas a proyectos de índole social.
Este tipo de financiamiento es útil para aquellas ideas en fases iniciales o bien para aquellos proyectos que no persiguen una rentabilidad financiera como su propósito primordial, y cualquiera puede ser un “solicitante”.
Esta modalidad tiene la capacidad de impulsar la innovación, crear empleos, diversificar la actividad económica y contribuir a la reducción de la desigualdad de ingresos al mejorar el acceso al capital disponible y crear un puente para la brecha que existe entre la demanda de financiación y la oferta de capital para los emprendedores y las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MIPYME) en México.
Las cifras de este modelo son muy alentadoras: el mercado global recaudó 145 mil millones de dólares en 2015 de acuerdo con datos del Banco de México; por esto, y reconociendo el gran impacto que puede tener en nuestro país, en Agosto de 2016, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) presentó una propuesta de ley para regular el financiamiento colectivo y, así, promover un cambio de actitud hacia este sistema.
Según la AFICO, las plataformas de fondeo colectivo se dividen en:
- Donaciones: apoyan a organizaciones sin recibir beneficios tangibles, son realizadas por motivación social o personal.
- Capital: inversionistas aportan capital a organizaciones y negocios a cambio de un porcentaje de acciones o participaciones.
- Préstamo: prestamistas otorgan dinero al solicitante a cambio de una tasa de interés y una devolución del monto prestado (sin intermediarios financieros).
- Recompensa: individuos fondean proyectos creativos a cambio de recompensas en especie (productos o servicios).
- Inmobiliario: inversionistas aportan en proyectos inmobiliarios a través de fideicomisos de bienes raíces y obtienen retornos a su inversión de un instrumento de capital.
- Regalías: inversionistas obtienen un porcentaje de las ganancias que deriven de una licencia o cuota de uso de los activos que financian.
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